lunes, 4 de mayo de 2009

Península Ibérica en auto

Pffff hace ya bastante que no escribimos nada, voy a aprovechar un poquito ahora que tengo un tiempito muerto para ponernos al dia. En este momento estamos en el nilo, los chicos se están duchando al igual que el resto de la gente y al lado tenemos mas botes esperando para subir no se que cosa, en un rato vamos a comer, asi que no hay mas nada para hacer. Pero antes de seguir hablando de Egipto voy a ponerlos un toque al dia con lo que paso desde que estábamos en Lisboa.

El lunes 20 rentamos un coche y nos fuimos para alla. Al viaje se nos sumo una compañera, también argentina con la que cada tanto teníamos algunas diferencias pero lo supimos superar. Ella manejo casi todo el trayecto, como soy menor de 25 el auto nos salía 12 euros mas por dia si manejaba yo. De todos modos habre hecho unos 600 km en España, no me iba a quedar con las ganas de manejar un Seat Leon por Europa, por suerte no hubo ningún control policial!

Como dije antes salimos el lunes 20, tipo 8:30 del hostel, llegamos al aeropuerto e hicimos los papeles, por suerte agrandamos el combo por 3 euros mas impuesto por dia y cambiamos de un Ibiza a un Leon. Terminamos saliendo a las 11, la verdad que no podíamos creer cuan lindo era ese auto, encima tenia 5000 km recién, osea estábamos en un Leon 0Km. En la ruta el auto era impresionante, tuvimos que poner el aviso de sobrepaso de velocidad máxima para evitar multas porque realmente no te dabas cuenta la velocidad (unas 2500 vueltas a 120, nada de ruido, tremendo).

Al cabo de 4 hs aproximadamente llegamos a Badajoz, ultimo pueblo de España, donde realmente no hay nada. Almorzamos en un restaurant, pedimos comida para 2 (aunque éramos 4) y nos atendió un señor muy amable llamado Nicasio. Era muy cómico porque a pesar de que lo intentaba no podía disimular que le caían mal los “tercermundistas” portugueses.

Salimos de Badajoz, guiados nada más que por el GPS, Alba insistía en preguntar, pero la cajita mágica nos llevo perfectamente a la Autovía A5. Al cabo de 10’ estábamos en Portugal y casi no nos dimos cuenta. Después recordamos que en el espacio de Schengen (o como se escriba, no hay pasos fronterizos). Por cierto en la ruta no había nadie. Seguimos viaje y nos encontramos con el primer disgusto de Portugal, el peaje. En España las autovías no tienen. Pagamos los 14.75 y luego 1,35, más dinero del que habíamos gastado para almorzar en lo de Nicasio, donde era hasta el momento la comida más cara del viaje.

Llegamos a Lisboa finalmente, el Cristo y el puente eran realmente imponentes, al igual que los paisajes que habíamos visto en la ruta, en el horizonte picos nevados con pequeños castillos que rompían la monotonía. La temperatura era cada vez más agradable, el frio parecía tan lejano como las nieves eternas de las montañas.

(Por cierto hace rato que lo que estoy escribiendo es desde el avión de El cairo a Barcelona, afortunadamente no hubo tiempo libre en el Maravilloso Egipto, pero esto ya es dos semanas después de Lisboa que es lo que nos importa de momento)

Como cualquier capital del mundo fue complicado estacionar el auto, lo dejamos en una calle bastante alejada del centro, después nos daríamos cuenta que era MUY alejada, y finalmente después de 7 u 8 horas de viaje volvimos a caminar como tanto nos gusta. A las pocas cuadras encontramos un supermercado donde nos proveímos de yogurts y cereales, comprados por separados para que sea mas económico! Fue muy gracioso preguntarle al de seguridad si podíamos entrar con naranjas en la mochila. En la caja preguntamos como llegar al centro, pero no nos entendieron ni en español ni en ingles, hay que tener en cuenta que era un super de barrio, pero por suerte había escuchado alguien que hablaba castellano y nos indico como llegar. Caminariamos algo asi como 2 horas de ida y 2 horas de vuelta al auto. Pero a los 20 minutos paramos en una plaza muy linda y parecía importante a comer el yogurt con cerales. Caminamos mucho y llegamos a un Mc Donald’s. Preguntamos como llegar al hostel, pero nadie sabia indicarnos nos parecía muy raro porque estaba en el centro, sin embargo la calle, como todas las de las ciudades que visitamos en auto, tenia 2 cuadras y era casi un laberinto llegar. El gps no tenia batería. En el hostel reservamos para la noche siguiente, ese dia dormiríamos en el auto. Hecho esto caminamos las dos horas de vuelta, y llevamos el coche a un lugar mas cerca. Dormimos y fuimos al hostel.

Ya 21, llegamos al hostel, no podíamos entrar en la habitación sino hasta las 13, pero si usar las instalaciones comunes, ema toco la guitarra y el resto descansamos un poco. Viendo que podíamos hacer, nos recomendaron el “palacio de la pena” ubicado a 30 kms de Lisboa en Sintra, la verdad impresionante, las vistas, el palacio y el castillo, pero nuevamente hubo que caminar muchísimo. Nos salteamos el almuerzo y cenamos por 0,70€ cada uno. Como estábamos tan cansados habíamos decido no salir esa noche, pero gente que estaba en el hostel nos convenció y salimos por ahí a tomar unas cervezas, la verdad estuvo excelente. Es muy copado que haya tanta buena onda.

El 22, salimos para Sevilla, pero paramos en una playa de Portugal llamada el Faro, una playa increíble con un mar azul intenso que bañaba una blanca arena. El agua todavía estaba un poco fría, pero se soportaba aunque sea para la foto o un ratito mas. Equivocadamente creí que esa seria la ultima vez que me nadaría, al menos por 2 meses.

Llegamos a Sevilla, a eso de las 10 de la noche, fuimos al hostel de la misma compañía que en Lisboa, para corroborar si estaba hecha la reserva para el dia siguiente, ya que esa noche volveríamos a dormir en el auto. Aproveche para cambiarme ya que todavía tenia la malla puesta, y fuimos a cenar unas tapas, en un lugar donde el mozo no nos dejo elegir la comida y nos la saco antes de que termináramos porque estaba cerrando. Por suerte fue bastante rica. Despues de eso fuimos a ver flamenco cantado por una gitana, estuvo especialmente interesante porque no era un lugar turístico. Cuando el espectáculo termino fuimos a dormir.

Al otro dia fuimos al hostel, nos pudimos duchar y fuimos al lugar que mas me gustó de España, la catedral de Sevilla, arquitectónicamente maravillosa, con exquisitos detalles y tesoros que nunca podrían pertenecer a un mesías carpintero, de todos modos era muy agradable a la vista.

Recorrimos la ciudad y a la noche salimos con nuestros amigos de ese día, probamos el Absynthe, un chupito muy fuerte pero a la vez muy rico.

Al dia siguiente salimos para granada. Un tramo de apenas 200 kms que a la mitad comencé a manejar. En granada queríamos hacer 3 cosas, comer en un lugar llamado el Nido del Buho recomendado por nuestro amigo Lolo, ver bailar flamenco e ir a la Alhambra. Cuando llegamos al hostel Oasis, misma marca que los anteriores de Lisboa y Sevilla, nos atendió un recepcionista con mucha mala onda, lamentablemente era argentino, nos dijo que no íbamos a conseguir entradas para la alhambra y al momento de preguntarle cuanto nos iba a llevar recorrerla, nos contesto que toda la vida, poniéndole caras termino diciendo que con 3 horas era suficiente para ver lo mas importante. Después de tal anuncio fuimos inmediatamente a ver si podíamos conseguir entradas para el día siguiente y probablemente también para el resto de nuestras vidas. Las entradas anticpadas se hacen solo por internet, pero nos dijeron que si íbamos el dia siguiente antes de las 8 seguramente conseguiríamos. Asi fue. Seguimos caminando con cierta tranquilidad y entramos a una sala velatoria pensando que era un cine, de verdad a ustedes les pasaría lo mismo.

Por la noche fuimos a comer al nido del búho en la otra punta de la ciudad, pero valio la pena. El tubo de cerveza, unos 300 cm3 viene con una tapa, pero tremenda, osea la tapa puede ser una tortilla, una picadita de mariscos, o un sándwich de panceta, y todo por 2 euros. Despues, albana fue a ver bailar flamenco, nosotros a dormir.

Al dia siguiente fuimos a la Alhambra, hermosa, pero no se si será que el bobo del hostel nos había creado muchas expectativas o que, pero yo me quedo con la catedral de Sevilla donde están los restos de Cristobal Colon, a los chicos les gusto mas la Alhambra, sospecho que por algún resentimiento en contra de la sobervia de las humildes iglesias catolicas. Nos habrá llevado 4 horas recorrerla, y al salir teníamos miedo de morirnos, estamos a salvo y probablemente nuestra vida duraría mucho mas que esas 4 horas.

Almorzamos nuevamente en el nido del búho, y salimos a la ruta, algo realmente complicado ya qye las dos únicas avenidas de granada estaban cortadas por reparación como el resto de España. Probalmente encontremos algún cartel que diga “Europa esta en reparación, por favor vuelva mas tarde, disculpe las molestias”.

Maneje hasta cordoba, donde no había mucho para ver, recorrimos el centro, dormimos en un hotel que parecía mas que nada un hotel alojamiento, pero era familiar. Descansamos bien y al otro dia intentamos ir a la mezquita. Una mezquita conquistada por los reyes católicos transformada en Catedral, pero que abriría 3 horas mas tarde. Gabi y yo decidimos ir a misa, para ver al menos una parte de la mezquita y sinceramente porque tenia ganas de ir. Nuevamente a la hora de la eucaristía, cuando el sacerdote sacó el menor de dos caliz de oro de unos 50 cms de alto, pensé si el seria tan creyente en dios como algunos de los que estabamos ahí.

Despues de misa, consideramos que no era necesario entrar a la mezquita, gabi y yo habíamos visto gran parte y no valia la pena que todos gastaramos los 8 euros. Decidimos ir a Toledo. Emprendimos viaje y al llegar al pueblo le devolví el volante a Alba. En el pueblo estaba todo cerrado por ser domingo y los lugares turísticos estaban en reparación. Por lo que decidimos alimentarnos bien, ya que no habíamos almorzado y nos fuimos al aeropuerto de Madrid, donde dormimos pasando mucho frio y nos preparamos para el viaje a Egipto!

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